viernes, 14 de noviembre de 2014

La crisis del Ébola

El ébola ha producido, aparte de numerosos fallecimientos en el continente africano, en paises desarrollados de occidente, una situación de alarma ante una enfermedad poco conocida en estos paises de occidente. Este virus ha venido a mostrar muchas deficiencias que se dan en varios de estos paises. Deficiencias tanto de comunicación e información a la población civil, como de coordinación y formación con los profesionales médico-sanitarios encargados de luchar contra esta enfermedad.
Uno de los paises afectados por la crisis del ébola ha sido España, donde ha quedado constancia de que no tenemos los recursos necesarios para hacer frente a una enfermedad de estas características, con esto me refiero a que no tenemos a nuestra disposición los medios materiales suficientes, por ejemplo, los trajes que tienen que llevar puestos los médicos para tratar a pacientes con esta enfermedad, no disponemos de hospitales con el nivel necesario para combatir estas enfermedades, y algo incluso más grave, que es el no tener personas con la formación y experiencia necesaria en el tratamiento de este tipo de enfermedades infecciosas. 
Se podría decir que todo ha salido mal. Desde los protocolos que tenian que seguir los médicos hasta la política que han llevado a cabo los máximos responsables de la crisis, como pueden ser la ministra Ana Mato o el consejero de sanidad Javier Rodriguez, este último diciendo frases que han indignado a muchas personas, como por ejemplo: "No tengo ningún apego al cargo, soy médico y tengo la vida resuelta" o "Para explicar a uno como ponerse o quitarse el traje no hace falta un máster". Por parte del protocolo, este no se activó hasta que Teresa Romero presentó todos los síntomas de contagio, y ahi fue cuando los médicos pasaron a ser considerados de alto riesgo y el umbral de fiebre paso de los 38,6 grados a los 37,7.
Los hospitales también presentaban irregularidades, el hospital Carlos III de Madrid , que hace unos años tenía habitaciones especiales de aislamiento y las tuvo que cerrar porque la Comunidad de Madrid quiso transformarlas en habitaciones especiales para pacientes de largas estancias, necesitó transformarse en pocas horas para poder recibir al primer misionero, Miguel Pajares. A partir del primer repatriamiento, el consejero de sanidad anunció que el hospital Carlos III no volvería a atender un caso de ébola, pero eso no fue asi. Cuando Teresa Romero se infectó, fue transladada de urgencia a ese mismo hospital.
Afortunadamente, todo se resolvió de forma satisfactoria con la curación de Teresa Romero, pero habrá que seguir alerta para que en un futuro no se den los mismos fallos que han surgido con este caso y funcionen todos los protocolos de actuación.

,