Ahora toca hablar sobre la clase de filosofía, esa clase que
no nos importa que llegue, después de alguna asignatura en la cual hemos
realizado un esfuerzo considerable, debido a que se realiza de forma tan
original y, aunque la palabra filosofía imponga seriedad, en nuestra clase se
lleva de forma muy relajada pero a la vez existe una gran concentración para
poder recordar todos los ejemplos que nos pone nuestro profesor para explicarnos
la materia de una forma más atractiva y amena. Y ahora vamos a hablar sobre
esto último, nuestro profesor. Hablar en este blog sobre mi profesor de
filosofía va a ser tarea arriesgada, ya que puede que me toque el año que viene
de nuevo, así que procuraré no ser muy duro. Al principio del curso, en los primero
días, ya parecía un profesor diferente a lo que se tiene concebido como
profesor: que llega, imparte su clase, y se va. Ahora ya puedo asegurar que este
profesor es todo lo contrario a esa forma de impartir la clase ya que la hace
participativa, explica la materia con ejemplos a veces divertidos y muy sencillos
para aclararnos cualquier duda, manda actividades voluntarias para ayudarnos a
subir la nota (como puede ser este mismo blog o hacer un tuit resumen de la clase todos los jueves), etc. Pero como en toda
buena crítica, no todo tiene que ser favorable. No estoy totalmente de acuerdo
con alguna de las formas de actuar del profesor, como por ejemplo: su idea de jerarquía
dentro del aula, que, aunque realmente sí que exista esa jerarquía, no debería
hacerlo ver de manera tan clara. Esa idea de superioridad también la utiliza a
la hora de hacernos ver que tiene más conocimientos que los alumnos, que aunque
sea cierto, ya que la experiencia y el estudio aportan sabiduría, no resulta simpática.
También hace comentarios hacia determinadas aficiones que a él no le gustan
pero que a otros alumnos si les gusta y les podría molestar porque los expresa
de una forma que puede ser poco tolerante. Aunque esto último no hace cambiar mi
opinión: sus clases como cualquier buena experiencia, siempre hay que
probarlas.
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